Steve Perry, el icónico exvocalista de Journey, es conocido como uno de los más grandes cantantes de rock de todos los tiempos.
Su potente voz y su capacidad para interpretar baladas con una emoción desbordante lo convirtieron en la estrella principal de una de las bandas más exitosas de los años 70 y 80.
Canciones como “Don’t Stop Believin'”, “Open Arms” y “Faithfully” son solo algunas de las que cimentaron su lugar en el panteón de las leyendas del rock.
Sin embargo, detrás de esa impresionante carrera, existe una historia de altibajos personales, sacrificios y una sorprendente decisión de alejarse completamente del escenario y de la música.
Este artículo te revela lo que nunca imaginaste saber sobre la vida y carrera de Steve Perry, el hombre que pasó de ser el más grande a no cantar ni en la ducha.
El Nacimiento de una Leyenda
Steve Perry nació el 22 de enero de 1949 en Hanford, California.
Desde joven, mostró un amor profundo por la música, influenciado por el soul y el rock.
Su voz, caracterizada por su rango y su capacidad para alcanzar notas altísimas, pronto lo convirtió en un candidato ideal para convertirse en el líder vocal de una banda de rock.
En 1977, Journey estaba en busca de un nuevo vocalista y Perry, quien hasta ese momento había estado intentando hacerse un nombre en la música, fue elegido para unirse a la banda.
Con Steve Perry al frente, Journey alcanzó la fama mundial.
El grupo pasó de ser una banda de rock progresivo a convertirse en una de las principales bandas de arena rock, gracias a la poderosa voz de Perry y a su habilidad para conectar emocionalmente con su audiencia.
Su estilo único de interpretar canciones, que combinaba rock con melodías suaves, se convirtió en la receta del éxito de Journey.
El Fenómeno de “Don’t Stop Believin'”
Uno de los mayores logros de Perry y Journey fue la creación de “Don’t Stop Believin'”, una de las canciones más emblemáticas de la historia del rock.
Este himno de esperanza y perseverancia ha sido escuchado por generaciones y sigue siendo un símbolo de resiliencia.
La interpretación de Perry en esta canción, combinada con su capacidad para transmitir emoción con su voz, se convirtió en la firma de la banda.
Durante los años 80, Steve Perry y Journey dominaron las listas de éxitos, y la banda alcanzó una popularidad sin precedentes.
Sin embargo, a pesar del éxito arrollador, Perry comenzó a enfrentarse a tensiones personales y profesionales que lo llevarían a tomar decisiones que cambiarían su vida para siempre.
La Sorprendente Desaparición
En 1987, después de un periodo de éxito continuado con Journey, Steve Perry sorprendió al mundo cuando abandonó la banda de forma inesperada.
La razón de su salida fue que su salud estaba comprometida debido a una serie de problemas personales, incluido un difícil proceso de recuperación tras una cirugía de cadera.
Sin embargo, lo que sorprendió aún más a sus seguidores fue su decisión de alejarse de la música en general.
En un giro completamente inesperado, Perry se retiró de la vida pública, negándose a cantar incluso en su propio tiempo libre.
De hecho, en varias entrevistas posteriores, Perry confesó que durante años evitó cantar incluso en su casa, y mucho menos en la ducha, algo que parece impensable para el hombre que había sido uno de los cantantes más admirados del mundo.
La Razón Detrás de Su Retiro
Aunque muchos creían que el retiro de Perry estaba relacionado con el agotamiento o el deseo de cambiar de carrera, la verdad es que las razones fueron mucho más complejas.
Perry sufrió de una profunda depresión después de una serie de tragedias personales, incluyendo la pérdida de su madre y problemas de salud.
Estos eventos marcaron un antes y un después en su vida, llevándolo a tomar la decisión de alejarse de la música por completo.
En entrevistas posteriores, Perry reveló que su falta de interés en cantar fue una manera de protegerse emocionalmente, ya que la música, que una vez había sido su refugio y su forma de expresión, se convirtió en una fuente de dolor para él.
De hecho, durante mucho tiempo, Perry vivió alejado del foco de atención, disfrutando de una vida tranquila lejos de los escenarios.
El Regreso de una Leyenda
Después de más de 20 años de ausencia, los fanáticos de Steve Perry se sorprendieron y emocionaron cuando, en 2018, el cantante regresó con un álbum en solitario titulado “Traces”.
Este regreso fue mucho más que una simple colección de canciones: fue una declaración de que, a pesar de todo lo que había pasado en su vida, Perry todavía tenía mucho que ofrecer.
Las canciones de “Traces” revelaron a un Perry vulnerable, pero también lleno de fuerza y esperanza.
Aunque su voz no era la misma que en sus días con Journey, la emoción y la honestidad que transmitía en sus interpretaciones eran inconfundibles.
El regreso de Perry fue una reconciliación con su pasado y una celebración de su música, y permitió a sus seguidores ver al hombre detrás del mito de nuevo.
¿Por Qué No Cantaba Ni en la Ducha?
Uno de los aspectos más fascinantes de la vida de Steve Perry es la confesión de que, durante años, evitó cantar incluso en la intimidad de su hogar.
En entrevistas, el cantante explicó que, después de tantos años de sacrificio, estrés y presión, llegó un punto en que cantar se volvió algo emocionalmente doloroso para él.
Su voz, que alguna vez fue su mayor herramienta de conexión con el mundo, se transformó en un recordatorio constante de su dolor y de lo que había perdido.
Por eso, decidió alejarse de ella.
Además, Perry se refirió al hecho de que, para él, cantar dejó de ser una pasión y se convirtió en una obligación, lo que contribuyó a su retiro de la música.
